Un espacio de encuentro pensado para personas con discapacidad, Dinder Club se presenta como la nueva aplicación destinada a facilitar planes, amistades y citas para usuarios con Síndrome de Down o inteligencia límite. En colaboración con entidades del sector, el consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, ha presentado esta herramienta, destacando su objetivo de garantizar “encuentros seguros para personas vulnerables”. Gemma Parcerisa, psicóloga de AcidH, señala que las personas con discapacidad tienen necesidades sexoafectivas similares, pero las aplicaciones convencionales han expuesto a este grupo a situaciones de riesgo y victimización.
La iniciativa surgió de la frustración, de la necesidad de hacer planes, socializar, hacer amigos y tener citas que, a menudo, se ven obstaculizadas. “A medida que los jóvenes con discapacidad crecen, se enfrentan a la realidad de sentirse más solos”, comenta Mònica Terribas, periodista y madre de un joven con Síndrome de Down.
Después de un año de pruebas, la aplicación ya está en funcionamiento con 120 usuarios registrados y otros 75 en lista de espera. La inscripción se realiza a través de una entidad, seguida de una entrevista para crear un perfil de usuario y realizar un test de conocimientos sexoafectivos. En caso de resultados insatisfactorios, la empresa proporciona formación sobre sexualidad. Max Roures, director de Dinder Club, destaca la importancia de garantizar encuentros con el menor riesgo posible. Una vez completados estos pasos, los usuarios acceden a la red de contactos para organizar planes o citas.
Aunque la idea inicial era crear un Tinder adaptado, se detectó la necesidad de abordar también las dificultades sociales. Roures explica que se organizan cuatro planes dinamizados por un coordinador cada fin de semana, asegurándose de que todo transcurra correctamente desde la llegada hasta el regreso a casa. Tras cada actividad, los participantes pueden completar un cuestionario para expresar sus experiencias, positivas o negativas. En caso de situaciones de riesgo, la aplicación contacta con la entidad asociada para intervenir.
La aplicación, actualmente gratuita, tiene planes de establecer una tarifa anual de unos 90 euros. Victor Galmés, director de Dincat, federación de defensa para personas con discapacidad intelectual, destaca que el proyecto tiene un enfoque público-privado. Inicialmente lanzado en Barcelona, se espera que se expanda progresivamente por el resto de Cataluña y, eventualmente, a nivel nacional. Según estimaciones de la compañía, alrededor de 27,000 catalanes podrían beneficiarse de esta herramienta.